Este sitio web utiliza cookies para mejorar la experiencia de la persona usuariaPuedes consultar más información sobre nuestra política de cookies. Puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Permitir cookies” o configurarlas o rechazar su uso clicando "Configurar cookies".
Las cookies estrictamente necesarias son aquellas de carácter técnico, que deben estar siempre activadas para que la web funcione correctamente, así como para que podamos guardar tus preferencias de ajustes de cookies.
Esta web utiliza Google Analitycs para recopilar información anónima que nos permita medir, por ejemplo, el número de visitantes del sitio, o las páginas más populares. Activando estas cookies, nos ayudarás a continuar mejorando nuestra web en base los intereses de nuestras y nuestros usuarios.
bizkaiko medikuen elkargoa
colegio de médicos de bizkaia
Buscador :
Volver al Menú
Madrid, 1 de julio de 1943-Miembro del grupo pionero de la Oncología Pediátrica en Bizkaia, primera médica presidenta de la Asociación Vasco-Navarra de Pediatría, profesora titular de la Facultad de Medicina y Enfermería de la UPV/EHU y notable investigadora de Biocruces, Aurora Navajas ha sido también una gran impulsora de la colaboración de los médicos con las asociaciones de enfermos y familiares de personas enfermas. En el año 2020, jubilada por su edad del trabajo remunerado, continúa con una actividad creadora, enfocada sobre todo a la asociación «Acompaña-Laguntzen», dedicada a organizar un voluntariado para el acompañamiento a los enfermos hospitalizados, sin abandonar su participación en los foros científicos relacionados con su especialidad de Oncología Pediátrica.Aurora nació en Madrid, donde vivió su infancia y juventud durante los años cincuenta y sesenta del siglo pasado, en una capital muy distinta de la gran urbe que es hoy en día, con más carencias, pero quizás más grata para la infancia. Cursó los estudios primarios y los de bachiller en el Colegio de las Madres Concepcionistas de la calle Princesa y, tras finalizar el curso preuniversitario, completó los de licenciatura en la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense. Cumplía así una vocación que había sentido desde muy joven y que tuvo que defender ante la querencia de su padre para que estudiara Farmacia.Se formó como especialista en Pediatría como médica interna del Servicio de Pediatría del Hospital Clínico de Madrid, junto a María Carmen Arrabal Terán, encargada de la Unidad de Prematuros, a la par que acudía a los cursos y obtenía el título de la Escuela Nacional de Puericultura. Pero dos años después, su vida dio un giro radical. Casada con un cirujano infantil, Gonzalo González Landa, ambos superaron el examen del foreign y marcharon a los Estados Unidos. Allí, en el Children´s Hospital de la Universidad de Pittsburgh, era la única mujer de una pequeña colonia de médicos y universitarios españoles en la ciudad de Pittsburgh y tuvo que desempeñar el rol femenino de la época para convertir su casa en el refugio de la colonia masculina. Y ello, al tiempo que soportaba la dureza de la residencia en los hospitales norteamericanos, dureza que le permitió adquirir una solida formación en Pediatría y obtener el título de especialista del American Board of Pediatrics, que revalidó en Chicago en el año 1976.Cinco años después, el matrimonio fue llamado para colaborar en el Departamento de Pediatría que estaba creando en Cruces el profesor Juan Rodríguez Soriano. Así llegó Aurora al Territorio Histórico en el que había nacido su madre, junto a su marido y una hija habida durante su permanencia en América. Ingresó en el Colegio de Médicos de Bizkaia el 5 de septiembre de 1973, con el n.º 2647 de colegiada.Se instaló en Getxo, donde continúa residiendo, y se dedicó a su trabajo en el Hospital de Cruces. Allí, tras una breve estancia en Urgencias de Pediatría y en la unidad de Lactantes, pasó a dedicarse primordialmente a la Oncología Pediátrica, junto a su compañera Trinidad González Casaseca. Al fallecer esta prematuramente en un accidente, Aurora quedó como responsable asistencial de la que desde mayo de 1991 se llamó Unidad de Hematología y Oncología Pediátricas del Hospital Universitario de Cruces. De entre los muchos avances conseguidos en aquellos años, el que más impresión causa al observador ajeno es el altísimo número de curaciones conseguido en las leucemias infantiles, homologable al de los mejores hospitales occidentales. También el haber conseguido en fechas muy tempranas, en 1996, practicar trasplantes autólogos en niños (autotrasplante de progenitores hematopoyéticos); pero quizás tengan mayor valor humano estos otros logros: Conseguir crear un hospital de día para evitar a los niños pequeños y sus familias la agresividad de la hospitalización. Aurora luchó por ello y consiguió también la colaboración de las familias, organizadas en una asociación, Aspanovas, que pronto se extendió a Álava (Aspanafoa) y Gipuzkoa (Aspanogi).
La colaboración con estas asociaciones nacidas entonces, lo que permitió a los familiares de niños enfermos tener una información y una participación inimaginables pocos años atrás. También fue aquí la doctora Navajas una pieza importante. Podemos incluir la adquisición de un apartamento junto al Hospital de Cruces para ser utilizado por los familiares de niños hospitalizados. Conseguido con fondos recaudados en un maratón de EiTB que fue un hito en su día.
Las figuras de Juan Rodríguez Soriano y José Luis Bezanilla, jefes del Departamento y del Servicio de Pediatría de Cruces respectivamente, fueron importantes para el buen resultado de la labor de Aurora, pues no solo le permitieron trabajar con libertad, sino que le alentaron en los momentos de desánimo y demostraron su orgullo por la buena marcha de «su» Oncología.Su compromiso no se limitó a la asistencia y a la formación de residentes, sino que Aurora fue una de las primeras médicas del Hospital de Cruces que se incorporó a la docencia en la Unidad Docente de Cruces de la Facultad de Medicina de la UPV/EHU. Primero como profesora asociada y, a partir de 1995, tras una dura oposición, como profesora titular. Continuó dando clases hasta su jubilación y ha seguido siendo profesora en distintos másteres después. No lo tuvieron fácil las médicas para entrar en la docencia y ocupar plazas, pues en nuestra Bizkaia médica, quizás el mundo universitario sea el que más despacio ha ido aceptando a la mujer como a una igual.Cuando se creó Biocruces, Aurora Navajas se incorporó a sus líneas de trabajo y ha sido una de sus más destacados investigadores. Gracias a conseguir proyectos con financiación tanto pública como privada, pudo contratar un equipo multidisciplinario y conseguir notables resultados en la investigación básica molecular aplicada a la clínica.Mirando al futuro, la doctora Navajas no ha abandonado del todo su relación con la investigación que se realiza en Biocruces y sigue impartiendo formación en másteres de posgrado. Es miembro numerario de la SIOP (Sociedad Internacional de Oncología Pediátrica) y de la Sociedad Vasco-Navarra de Pediatría (SVNP), y de la Sociedad Española de Hematología y Oncología Pediátrica (SEHOP).Pero su principal actividad actual se vuelca en la Asociación de Voluntariado Hospitalario «Acompaña-Laguntzen», de la que ha sido cofundadora y es vicepresidenta. En la que se dedica, entre otras actividades, a la formación del voluntariado que se presta a acompañar a las personas en soledad ingresadas en los hospitales de Cruces, Basurto y San Eloy.Entre las numerosas publicaciones suyas en revistas científicas españolas y extranjeras, las más destacables son las dedicadas a las leucemias y a los tumores cerebrales infantiles. Quizás la más destacable fuera su artículo «Evidence in medulloblastomas» publicado en la revista Clinical and Translational Oncology de abril de 2010, pp. 271-277. Escrito en colaboración con Jordi Giralt.
COLEGIO DE MÉDICOS DE BIZKAIA · BIZKAIKO MEDIKUEN ELKARGOALersundi, 9 - 1ª Planta - 48009 Bilbao · 94 435 47 00 · colegio@cmb.eus