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23 ene 2022
Entrevista realizada a Cosme Naveda, presidente del Colegio de Médicos de Bizkaia, publicada en el Correo
El problema de los ambulatorios es previo al covid pero en esta ola la presión ha sido tal que «ha empezado a reventar el sistema»
Las tres capitales vascas acogen este mediodía sendas manifestaciones convocadas por los sindicatos para denunciar «la grave situación» de sobrecarga que afecta a Osakidetza y en defensa de la Atención Primaria. El Colegio de Médicos de Bizkaia es una de las entidades que se ha sumado a las movilizaciones. Ha emitido un comunicado en el que advierte que la Primaria «está al borde del colapso» y «necesita urgentemente una estrategia que la salve de una muerte anunciada». Cosme Naveda, presidente del Colegio y médico de familia en Berango, analiza la situación de la que es la base del sistema sanitario. ¿Está en peligro de muerte la Atención Primaria tal y como la conocemos? La Primaria es un enfermo crónico que lleva malito bastante tiempo y su estado se va agravando. Los enfermos crónicos que empeoran acaban falleciendo. Hay que ponerle un tratamiento de fondo. No quedarse en los síntomas. Hay que ir a la etiología del problema y a buscar soluciones globales y pactadas a alto nivel. Durante la pandemia los centros de salud han estado muy presionados, pero esta sexta ola les ha pasado por encima por el alto número de enfermos covid leves. Ya costaba ir gestionando el día a día con todo lo del covid pero esta ola de ómicron se nota mucho más, porque ha sido sobre la Atención Primaria donde ha recaído más carga directa de trabajo. Hasta el punto de que ha empezado a reventar el sistema.
Esa saturación se ha trasladado también a las Urgencias. Los otros grandes sufridores de esta situación. Son la puerta de entrada a los hospitales y están desbordados, porque muchos pacientes a los que no podemos recibir nosotros acaban yendo a la Urgencia por problemas que, en principio, no debieran. ¿Qué es lo que peor llevan de esta situación los médicos? El saber que tenemos pacientes a los que deberíamos estar atendiendo y no lo estamos haciendo. Se están demorando muchas consultas, derivaciones, pruebas diagnósticas... Eso es algo que nos disgusta. A pesar de que nosotros queremos atenderles a todos el tiempo da para lo que da y a veces les tienes que decir que no le puedes ver ese día porque tenemos las agendas más hinchadas de lo que deberían estar. ¿Está cumpliendo la Atención Primaria su labor dentro del sistema sanitario? En este momento no está cumpliendo su función. Estamos haciendo lo que podemos, pero no todo lo bien que debiéramos ni tampoco como lo estábamos haciendo antes de la pandemia. El coronavirus ha sido un problema serio añadido a los que ya teníamos y que ha dificultado mucho nuestra labor.
¿Cuándo se va a retomar el control de los crónicos y qué impacto va a tener sobre su salud la suspensión de su seguimiento? Es difícil cuantificarlo, pero sin duda les afectará. Están menos atendidos de lo que nos habíamos propuesto. Ha habido que espaciar o incluso dejar de lado su control periódico. Esperamos retomarlo pronto por el bien de todos. Estas semanas han sido aún más duras para los sanitarios por las bajas en la plantilla. Han sido ustedes mismos los que han acudido a trabajar en sus días libres para cubrir esos huecos. Estas vacaciones ha sido habitual que a los facultativos nos pidiesen incorporarnos en días que teníamos libres. También la ampliación de horarios por la tarde para poder sacar el trabajo. Si faltan compañeros hay que asumir esa tarea. Es así. Cuando es algo puntual se sobrelleva. El problema es cuando se prolonga en el tiempo y se vuelve coyuntural. Cuando viene desde tiempo atrás quema mucho.
La situación es tan compleja que se han sumado médicos jubilados para echar una mano con la tramitación de las bajas. Queremos darles las gracias. Se ha notado su trabajo y eso demuestra que los facultativos somos muy solidarios. Pero no es lógico que haya que recurrir a médicos jubilados. Si todo estuviese bien organizado y dimensionado no sería necesario. Los datos indican que la Primaria es donde se registran en estos momentos más episodios de estrés laboral. Ahora somos nosotros los más golpeados en esta etapa de la pandemia. En el primer momento fueron los de las UCI. Nosotros somos los que estamos más en primera línea y en contacto con el paciente. Su primera muestra de incomodidad o de desagrado la recibimos nosotros. Hoy se celebran manifestaciones en defensa de una Atención Primaria de calidad. El Colegio de Médicos de Bizkaia se ha sumado a la de Bilbao. ¿Por qué? El Colegio no es la primera vez que da un toque de atención sobre la situación en la que está la Primaria. En la manifestación de 2019 también estuvo el Colegio. Ahora creemos que la situación que afecta al sistema de salud y a la Primaria es lo suficientemente preocupante como para que volvamos a estar presentes.
¿Cuál es la responsabilidad de los gestores en esta situación? No es un problema que venga de ahora, ni de hace unos pocos años. Es de más atrás. Si hay un problema a largo plazo es porque se ha planificado mal o porque no se ha gestionado de la mejor forma. La responsabilidad de los que gestionan es alta en que estemos viviendo esta situación. ¿Está desprestigiando esta pandemia la visión que tiene el paciente de la Primaria? Creo que el enfermo entiende la situación por la que estamos pasando. Es el que la sufre. Todos los días recibimos mensajes de usuarios en los que nos dicen que ellos son conscientes de la sobrecarga que soportamos. El prestigio de la Primaria no se está viendo afectado en la población. ¿Y entre los profesionales, a la hora de que los futuros médicos no se decanten por Primaria? Eso no es algo nuevo ni se debe a la pandemia. La Primaria para el estudiante de medicina, con el 'hospitalocentrismo' que se promueve ya desde la Universidad, no es atractiva. Siempre es mucho más prestigioso ser un magnífico cirujano que un magnífico médico de familia... Tradicionalmente la Medicina de Familia ha sido el patito feo de las especialidades.
¿Por dónde pasan las soluciones para mejorar la situación? La Atención Primaria, en particular, y el sistema sanitario en general necesitan un pacto social y de partidos políticos. No para poner parches que sean pan para hoy y hambre para mañana. Posiblemente la solución precise una reestructuración de todo el sistema de arriba a abajo, tanto a nivel hospitalario como de Primaria, se necesite una redefinición de las funciones, un incremento de los trabajadores...
Los políticos suelen decir que no encuentran médicos para cubrir las vacantes que se producen, en especial en Atención Primaria. ¿Es así? En el Colegio hicimos un estudio en el que vimos que de la Universidad salen suficientes médicos licenciados. Lo que no hay luego es la capacidad para tener esa opción de poder trabajar en la sanidad pública, porque necesitan realizar la especialidad. Tenemos un sistema MIR que nos está provocando un embudo tremendo de graduados en Medicina esperando para acceder a la residencia. ¿Qué se puede hacer entonces con este sistema? Hay que dimensionarlo para dar entrada a esos profesionales e intentar paliar ese déficit que tenemos de médicos especialistas en este momento. Para hacer eso hay que tomar decisiones importantes a nivel estatal, con el Ministerio, modificar decretos y demás. Formar a un médico es un proceso de entre 10 y 11 años, sin contar el año para preparar el MIR. Tenemos que empezar a abrir ya el sistema de residentes para los que están acabando sus estudios en la Universidad, porque al menos van a tardar cuatro años en realizar la especialidad. Y, además, debe haber tutores para que formen a esos futuros especialistas. Se les debe incentivar para que sea atractivo enseñar.
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Entrevistas e intervenciones destacadas
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