COLEGIO DE MÉDICOS DE BIZKAIA

Sanitarios arremeten contra el auto que rechaza el pase covid: «Los jueces no deberían decidir sobre la salud»
Profesionales vascos afirman que la alta cobertura vacunal se ha demostrado insuficiente para frenar los contagios, por lo que una medida como exigir el certificado covid es «adecuada y necesaria»

La negativa de los jueces vascos a la exigencia del pasaporte covid en conciertos, restaurantes y discotecas ha causado malestar en los sanitarios vascos, que han visto cómo de nuevo han prevalecido los derechos individuales frente a la salud. El auto del Tribunal Superior, respaldado por los magistrados José Antonio González Saiz e Irene Rodríguez del Nozal y con el voto discrepante del presidente de la sala, Luis Garrido, tumbó este pasado lunes la aplicación de esta medida pretendida por el Ejecutivo autonómico para poner freno a la expansión descontrolada de la pandemia.

Conscientes de que la presión asistencial no arroja las cifras de anteriores embestidas por el impacto de la vacunación, entidades y profesionales a título individual veían en este certificado una restricción «eficaz». Tener la seguridad de que en lugares cerrados y concurridos, en los que no se usa la mascarilla, solo acceden personas inmunizadas y, por tanto, con menos probabilidades de contagiar, supondría poner una barrera para el virus. Es decir, limitar la vida social de negacionistas y antisistema, algo que choca con la garantía de las libertades individuales. Un conflicto de intereses, como ha ocurrido en otros momentos de esta crisis, en el que la justicia tiene la última palabra, algo que no aciertan a entender en el colectivo.

«No tiene sentido que en unas comunidades se exija y en otras no»
COSME NAVEDA
Presidente del Colegio Oficial de Médicos de Bizkaia

Cosme Naveda reconoce que la exigencia del pasaporte covid supone una confrontación entre la salud y la salvaguarda de los derechos individuales. No obstante, al quedar demostrado que las altas coberturas vacunales no han generado suficiente escudo para frenar los contagios, el facultativo vizcaíno considera que debería prevalecer «un bien común y preferente como es la preservación de la salud». De ahí que califique como «adecuada y necesaria» esta medida para «asegurarnos que en lugares cerrados donde no se utiliza la mascarilla de forma constante solo entren personas inmunizadas». Aunque se muestra comedido a la hora de valorar la negativa judicial, afirma que «no tiene mucho sentido» que esta norma se aplique en unas comunidades y en otras no por la constante movilidad. También advierte de que la presencia de no vacunados en algunos lugares «crea situaciones de riesgo para el resto». «Está demostrado científicamente
que quienes no se han inmunizado van a contagiarse más fácilmente y van a infectar mucho más».

«Era el único control que nos quedaba en interiores»
LAURA TOMÁS
Presidenta Sociedad Vasco Navarra de Patologías Respiratorias

«Mientras atiendo a pacientes covid, dejo sin diagnosticar cánceres de pulmón. ¿Tiene más derecho un no vacunado a entrar a una discoteca o una persona a ser operada, pero cuya cirugía se ha retrasado, precisamente, por la pandemia?». Laura Tomás se muestra tajante y se pregunta dónde están los límites de los derechos individuales, uno de los argumentos utilizados por el Tribunal Superior para tumbar el pasaporte covid. A su juicio, una restricción «eficaz», ya que «el único control que nos queda en los interiores, al no usarse la mascarilla, es saber que la gente que entra está vacunada», explica la neumóloga alavesa. Tampoco acierta a entender la maraña judicial que ha rodeado a las medidas para poner coto al virus. «A los médicos, cuando hacemos la carrera, siempre nos decían que cualquier problema de salud pública prevalece sobre los derechos individuales. Con la pandemia nos hemos dado cuenta de que no es verdad», asegura.

«El pasaporte covid sirve para no volver atrás»
SAMUEL GARCÍA
Asociación Médicos Unidos por sus Derechos (MUD)

A pesar de que las UCI se mantienen estables, los altos niveles de transmisión en Euskadi deberían haber sido motivo suficiente para justificar el aval judicial. «Las alternativas pueden ser peores y más problemáticas», advierte Samuel García, que recuerda que los altos índices de vacunación han permitido que los sectores económicos estén funcionando a pleno rendimiento. De lo contrario, el panorama sería otro cantar. «El pasaporte covid parece que restringe libertades, pero lo que nos permite es no volver hacia atrás. Es necesario no solo por el sistema sanitario. Los negocios de Euskadi están más pendientes de un hilo que en otras comunidades», opina. A su juicio, los magistrados del Tribunal Superior han priorizado los derechos individuales a la salud en un momento en el que la situación epidemiológica es «preocupante» y, además, las diferentes interpretaciones en torno a una misma medida «provocan desconfianza en la ciudadanía». «Los jueces no deberían decidir sobre la salud. Debe ser algo independiente», reclama.

«Tenemos más herramientas que hace un año y están para utilizarse»
MONIKA IBARROLA
Médico de Urgencias en Basurto

«Perpleja». Así se quedó Monika Ibarrola, médica de Urgencias en el Hospital de Basurto, que estaba «convencida» de que los jueces vascos iban a dar luz verde al 'pase' sanitario. «Y más en vistas de las fechas que vienen por delante, con muchos eventos y reuniones sociales. Es una decisión totalmente errónea», señala.

Esta profesional vizcaína lamenta que ahora tengamos «más herramientas que hace un año» y se prescinda de ellas en un momento con un alto nivel de propagación. De hecho, considera una medida idónea para acceder a los hospitales, tomando ejemplo de Galicia, donde se pide a las visitas. «Aunque es cierto que se usa la mascarilla, hay riesgos. Daría más seguridad», subraya.

«Es una medida que nos protege a todos y sobre todo a los no vacunados»
JOSÉ JESÚS LARREINA
Pediatra

José Jesús Larreina aboga por «medidas uniformes» para hacer frente al avance de la covid. Prueba de ello es este «despropósito» judicial que ha impedido implantar en Euskadi una medida que «ayudaría a proteger a toda la población, sobre todo, a los no vacunados», el grupo poblacional más susceptible a infectarse por no gozar de inmunidad.

El pediatra vizcaíno reconoce los trastornos que puede generar la exigencia del pasaporte covid, en concreto, con los menores de 12 años que no están vacunados, pero arenga a seguir el ejemplo de países como Italia y Francia. «Ante ciertas circunstancias hay que dar una respuesta conjunta y habría que anteponer la salud a las libertades individuales», asevera. Entre las bondades que observa el doctor Larreina sobre la utilización de este documento, se encuentra la «motivación» que puede suponer para personas que no se hayan vacunado y tengan dudas. «Aunque ya sea solo por eso es positivo», zanja.